
Protagonistas: Daddy Yankee, Katiria Soto, TNT, Maestro, Julio Voltio, Norman Santiago
Director: José Iván Santiago
“Edgar Dinero” (Daddy Yankee) maneja un punto de drogas en un residencial público. Cuando descubre una nueva alternativa de vida en la música, se da cuenta de que el pasado es una pesada carga difícil de soltar.
Sería muy fácil subestimar a “Talento de barrio” y tratarla con indiferencia, como un mero producto para capitalizar en la acogida popular del género musical del reguetón. Pecando de ese mismo prejuicio, asistí a ver la película más por obligación de este oficio que por interés personal. Para mi sorpresa –y creo que será la de muchos- la película de Daddy Yankee no es solamente una gran película, sino una de las mejores producciones puertorriqueñas que se han filmado.
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La historia es conocida, tratada de diversas maneras en filmes como “Carlito’s Way”, “Empire” y otros. Un sicario decide encaminarse por una ruta que le permita una vida sin violencia. Pero los amigos y los familiares que han quedado dentro de ese ambiente le obligan a regresar para resolver los problemas del modo en que aprendió en la calle.
La premisa no será novedosa, pero el tratamiento del tema, acomodado en el ambiente de los caseríos de Puerto Rico y el fenómeno de reguetón resulta efectivo y excelentemente desarrollado, principalmente a la buena ejecución de fotografía y edición y, sobre todo, en las actuaciones del elenco.
Esto último es lo más impresionante de la película, pues muchos de los participantes no son actores de profesión (por ejemplo, hasta el controvertible narcotraficante Coquito hace una aparición. Puede reconocerlo como el chulo que se encuentra en una discoteca junto a Lynette Chico, y más tarde participa en una competencia en motoras que, honestamente, nada aporta a la trama).
Varias figuras del mundo del reguetón tienen papeles importantes con actuaciones sobresalientes, lo cual habla muy bien del trabajo del director así como del talento amplio de estos artistas. Hay que destacar a TNT como “Wichy”, el mejor amigo del protagonista, y a Maestro, un productor musical que se luce como el villano del filme.
Pero sobre todos hay que destacar a Daddy Yankee. El cantante actúa con naturalidad, cargando el papel más difícil del filme, interpretando con convicción a un joven que comprende la dualidad moral de sus acciones, pero las acepta como inevitables en su ambiente. Hay que aplaudir el arrojo exitoso del artista.
El filme no debe ser visto como una película de reguetón, pues los números musicales son traídos según los requiere el argumento, así que la cinta no se siente como un pretexto para vender discos.
“Talento de barrio” es un filme excelentemente realizado y –quiero repetirlo– una de las mejores películas puertorriqueñas que se han producido en esta pequeña isla de talento gigante. Altamente recomendada.
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