Ivy Queen Aprendió a reivindicarse

Ataviada de negro y con su larga cabellera rubia recogida en una cola de caballo, la reguetonera -que aceptó haber fumado marihuana en algún momento de su vida-, agradeció a Dios que “me reivindiqué” como persona.

De las “amargas” cosas que vivió en la cárcel, señaló nunca olvidar que su familia no la visitara.

Pese a estas experiencias negativas, la intérprete reveló que no se arrepiente de nada de lo que hizo, porque “es un proceso de crecimiento”.

“Lo volvería a hacer, porque soy quien soy gracias a las experiencias vividas”, dijo la cantante que este viernes ofrecerá su concierto “Ivy Queen World Tour 2007” en el Coliseo de Puerto Rico.

Tras revelar su reclusión en la cárcel, confiesa no preocuparle lo que le puedan decir en la calle, como que le griten “ex presa”, porque “de mí se han dicho muchas cosas y no soy una bandolera. A lo único que temo es a lo que diga mi madre”.

“La Caballota”, como también le nombran, manifestó a PRIMERA HORA que al arribar a la cárcel ayer, a su memoria vinieron las tres comidas que ingería, la soledad y las lágrimas derramadas.

Luego de su excarcelamiento logró “levantarme del piso, trabajar y reivindicarme con mi vida. Yo me jorobé para lograr lo que tengo”.

Como en casa con las convictas

Ivy Queen se mostró relajada y a gusto durante su visita a la Escuela Industrial para Mujeres en Vega Alta donde no sólo aconsejó a las confinadas sino que también vaciló con ellas por más de una hora y media.

Durante la actividad, en la que la artista cantó a capella la letra “¿En qué fallamos?”, asistieron 89 reclusas de una matrícula de 286. Estuvieron divididas por los colores de sus uniformes. El crema representa mínima seguridad, el gris mediana y el azul máxima.

“Este ratito me hacía falta. Yo venía nerviosa, estrésica y pensando muchas cosas del concierto. Este momento, corillo, me hacía falta porque me hace vivir. Las amo, quiero y respeto. Me han dado la alegría más cabr*&^% porque me voy feliz”, expuso.

Quiso compartir con las convictas que su amigo y colega Tempo la llamó por teléfono desde la cárcel de Orlando, Florida, para saber cómo estaba y en dónde. Y cuando ella le explicó que iba a visitar a parte de la matrícula él le comentó que “eso es maravilloso, vivir lo de adentro y lo de afuera”.

Las encarceladas no lo pensaron dos veces para expresar su emoción y admiración con aplausos y gritos para Ivy y Tempo.

Las aconseja como amiga

Ivy Queen les pidió a las reclusas que se dieran “mucho apoyo y no dejen de orar y decirse: ‘hermana, socia, estamos juntas, vamos pa’ encima’”.

“Ya quisiera yo que cuando tuve la depre (depresión) de Omar (su ex compañero) me hubieran dado un hombro para llorar y nadie me lo dio. Yo estuve a punto de caer en un abismo”, acotó.

Les pidió que inviertan su tiempo en escribir, bailar, hacer ejercicios o en lo que les interese sin estar haciéndose daño con comentarios despectivos.

“Si no nos damos apoyo entre nosotras, ¿quién nos lo va a dar?”, expresó la solista que les obsequió un crucifijo, la oración de la serenidad y una pulsera rosada representativa de la lucha contra el cáncer de seno, ya que es portavoz de la campaña “Banderas” de la fundación Susan G. Komen en la Isla.

Bromeó, además, con la dinámica que se suele dar en las cárceles, de cambiar comida y productos unas con otras. Como ejemplo, dijo que si un familiar le trae una dona, en lugar de saborearla la intercambian por un pote de gel o cigarrillos.

Con sus comentarios provocó la euforia de las convictas, que se emocionaron porque la artista estaba dando en el clavo con sus palabras.

“Somos las más negociantes”, concretó entre risas.

A son de vacilón, la confinada Alexandra Rodríguez, apodada “Bebé”, de mínima seguridad, le dijo a la rapera lo siguiente: ‘¿Qué DJ Urba (su ex novio) y qué Don Omar, lo que hay es Bebé”. Estallando todas en risa.

Bebé, por cierto, le pidió a la reguetonera que le regale el DVD del concierto tan pronto escenifique su espectáculo este viernes, para ellas poderlo ver en la institución.

“Se los juro por mi madre santa que se los voy a hacer llegar”, prometió la exponente.

Como parte del compartir, Milagros Rivera, que participa del teatro y es de mínima seguridad, declamó un poema para que la intérprete lo escuchara.En medio de su compartir con las confinadas de la Escuela Industrial para Mujeres en Vega Alta, la rapera Ivy Queen confesó, ayer, martes, haber vivido en carne propia lo que es estar encarcelada por un caso de drogas.

“La Diva”, como se le conoce a la intérprete, que en 1994 estuvo presa por 30 días en esa institución, contó que los hechos se debieron a que estaba en el momento menos indicado “en un lugar donde había droga”.

En su estadía “real” en la cárcel, la vocalista narró que coincidió con la veterana actriz Lydia Echevarría, que para ese entonces cumplía una condena por el asesinato de su esposo, el productor Luis Vigoreaux.

Aunque no entró en detalles de lo compartido con la actriz, sí recalcó sentir gran admiración por ella como artista.