La cantautora recién experimenta una etapa de cambios que se ven reflejados en su imagen, talento y personalidad.
“El rebajar lo hago más por mi salud”, enfatiza la reguetonera voz de “Anacaona”, quien llegó a pesar 244 libras. Actualmente pesa en las 210.
“De adolescente jugaba tenis de mesa, estaba bien activa. Comencé a ganar peso cuando asistía a la iglesia, pues luego del servicio religioso, que casi siempre se realiza en las noches, me descuidé, comía tarde, de todo, y no hacía deportes. Y luego a dormir”, recuerda la compositora que realiza una rutina de ejercicios diseñada por Carlos Piña.
Maidel Amador Canales, su nombre real, sentía que al culminar sus presentaciones no podía dirigirse al público por estar fatigada. “Era bien difícil que entendieran lo que yo decía”, pues le faltaba el aire.
“Yo no quiero ser una J.Lo ni una Thalía, pero sí tengo como ejemplo de motivación a Missy Elliot... cuando salió gordita, era yo. Ahora tú la ves y se ve bien. Ése es mi norte, si ella pudo, sé que yo también puedo. La gente va a apreciar más mi música, no porque esté más flaca, sino porque estoy poniendo más empeño de mi parte”, refiere la artista.
La Sista inició en diciembre su régimen de alimentos y ejercicios, el que interrumpió.
“Escogí una mala fecha, por la comelata de Navidad. Lo más difícil ha sido la consistencia”, especifica la vocalista, que optó por invertir en un equipo para utilizarlo en su hogar.
Su rutina de una hora consiste en caminar, correr bicicleta y hacer abdominales por lo menos cinco días a la semana. Confiesa que en su dieta incluye de todo, pero prefiere las ensaladas.
La meta de la cantante es llegar a un peso aproximado de 175 libras y asegura que de una talla 20 ahora viste tamaño 16.
La Sista admite que su imagen es un concepto el cual tiene que evolucionar y esa etapa también comenzó.
La intérprete loiceña abandonó las faldas y ahora opta por pantalones y ropa más holgada.
“Empecé más cultural, desde la música hasta la vestimenta, era un concepto. Que si la falda por el folclor, el jacket y las (tenis) Converse por lo urbano... Pero se acabaron las faldas. Fue un concepto: La Sista, gordita, negrita, de Loíza, afroantillana”, explica la ex asistente de maestra preescolar.
Aclara que los pañuelos y los dreads se quedan por el momento.
“Voy poco a poco, ya me quité la falda, estoy bajando de peso. El maquillaje también ahora lo llevo más marcadito, me gusta. Es como si tuviera una vida nueva, tengo la autoestima más arriba, me siento más segura”, añade.
Para la producción ya grabó el remix del tema “Stripper” con Daddy Yankee y Jowell & Randy. La experiencia, asegura, fue maravillosa.
“En mi vida imaginé que iba a colaborar con Yankee. Un día él me dijo: ‘Sista, esto yo lo hago por respeto’, Para mí, eso fue bien grande. Igual puedo decir de Jowell & Randy, que no dejaban de hacerme reír en el estudio”.
Por lo pronto, la cantautora se mantiene escribiendo temas “directos al corazón”. Entre ellos, la bachata “Nada es igual”, que versa sobre una pareja que enfrenta la rutina. “Sé que muchas personas se van a identificar”.
0 Dejar Comentario:
Publicar un comentario