Con su carga de ironía el repertorio incluyó temas con palabras fuertes como “La Fokin Moda”, criticas al problemas sociales, “Querido FBI”, o de una inusual belleza como “La Jirafa”. Con una banda de 9 músicos que incluyó percusión, guitarras eléctricas, bajo, metales, acordeón, entre otros, el inició su actuación faltando pocos minutos para las 11 de la noche
El inicio
Al iniciar la música, la voz de PG 13, sobrenombre de Ileana Cabra, hermana menor de Residente y Visitante salió a escena con desenfado y vestida con ropa deportiva, entonando la canción Hormiga brava.
“Que pasó mi sangre?”, llegó Residente, estrenando el corte de pelo que se hizo en Villa Consuelo. Con el pecho al aire y unos pantalones de deporte, llegó dispuesto a comerse a la audiencia.
Limitados por muchos que piensan que Calle 13 es solo reguetón, el grupo ofreció un concierto en el que la variedad de las mezclas de música y la energía de Residente fueron lo más destacado. A pesar de tener un rapero al frente, la puesta en escena de su espectáculo está muy lejos del formato habitual de los shows de los reguetoneros.
Su preocupación social le acerca a figuras como Manu Chau y Sting y en el aspecto visual, en lugar de las bailarinas y los fuegos artificiales, Calle 13 va más a lo conceptual. Imágenes proyectadas en una pantalla, escenas de películas antiguas, imágenes abstractas. Mientras Residente fue efusivo, Visitante fue discreto y tranquilo y dirigió la banda y tocó varios instrumentos, incluídos el acordeón y el theremín, uno de los más antiguos aparatos de música electrónica.
Al final, “El tango del pecado” prohibida en el país cerró el concierto en el que las canciones pusieron a bailar a la audiencia mientras buscaban una reacción con las letras.
El grupo de hip hop local Alianza Meca fueron los teloneros. Haciendo crónica social, el grupo presentó temas como “Guerra fría” y “Por el coro” en los que retratan historias urbanas.
Con dos MC, el grupo se destacó por añadir percusión a su propuesta. Terminaron su actuación con un solo de tumbadora.
El concierto estuvo fuertemente vigilado por agentes de la DNCD, quienes estaban en el recinto con canes que detectan la presencia de drogas.
El público que asistió a la presentación de Calle 13 no se limitó a los que siguen la música urbana, ya que muchos seguidores del rock estuvieron disfrutando de la banda boricua.
SANTO DOMINGO.- “No van a ver un rapero con fuegos artificiales”, había declarado Residente durante su encuentro con los medios de comunicación y así fue. El concierto organizado por la cerveza Brahma Light y que dio la oportunidad a Calle 13 de presentarse en suelo dominicano, permitió conocer en escena a una de las bandas más interesantes del género urbano.
El show, presentado en el parqueo de Almacenes Sema en la avenida Luperón, fue un alegato en contra de la censura y en favor de las mejores causas sociales y políticas.
El inicio
Al iniciar la música, la voz de PG 13, sobrenombre de Ileana Cabra, hermana menor de Residente y Visitante salió a escena con desenfado y vestida con ropa deportiva, entonando la canción Hormiga brava.
“Que pasó mi sangre?”, llegó Residente, estrenando el corte de pelo que se hizo en Villa Consuelo. Con el pecho al aire y unos pantalones de deporte, llegó dispuesto a comerse a la audiencia.
Limitados por muchos que piensan que Calle 13 es solo reguetón, el grupo ofreció un concierto en el que la variedad de las mezclas de música y la energía de Residente fueron lo más destacado. A pesar de tener un rapero al frente, la puesta en escena de su espectáculo está muy lejos del formato habitual de los shows de los reguetoneros.
Su preocupación social le acerca a figuras como Manu Chau y Sting y en el aspecto visual, en lugar de las bailarinas y los fuegos artificiales, Calle 13 va más a lo conceptual. Imágenes proyectadas en una pantalla, escenas de películas antiguas, imágenes abstractas. Mientras Residente fue efusivo, Visitante fue discreto y tranquilo y dirigió la banda y tocó varios instrumentos, incluídos el acordeón y el theremín, uno de los más antiguos aparatos de música electrónica.
Al final, “El tango del pecado” prohibida en el país cerró el concierto en el que las canciones pusieron a bailar a la audiencia mientras buscaban una reacción con las letras.
El grupo de hip hop local Alianza Meca fueron los teloneros. Haciendo crónica social, el grupo presentó temas como “Guerra fría” y “Por el coro” en los que retratan historias urbanas.
Con dos MC, el grupo se destacó por añadir percusión a su propuesta. Terminaron su actuación con un solo de tumbadora.
El concierto estuvo fuertemente vigilado por agentes de la DNCD, quienes estaban en el recinto con canes que detectan la presencia de drogas.
El público que asistió a la presentación de Calle 13 no se limitó a los que siguen la música urbana, ya que muchos seguidores del rock estuvieron disfrutando de la banda boricua.
SANTO DOMINGO.- “No van a ver un rapero con fuegos artificiales”, había declarado Residente durante su encuentro con los medios de comunicación y así fue. El concierto organizado por la cerveza Brahma Light y que dio la oportunidad a Calle 13 de presentarse en suelo dominicano, permitió conocer en escena a una de las bandas más interesantes del género urbano.
El show, presentado en el parqueo de Almacenes Sema en la avenida Luperón, fue un alegato en contra de la censura y en favor de las mejores causas sociales y políticas.
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¡¡Feliz Navidad!!
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