“Conectamos físicamente en el avión, porque espiritualmente ya había pasado”, afirmó Álvarez durante un encuentro reciente con Calderón. “Puse una de sus canciones en el Ipod y subí el volumen para que él escuchara, quería llamar su atención. Siento mucho respeto por lo que hace”.
El director del Heineken Jazz Fest opinó que Tego está “a la vanguardia de la música” y que su trabajo “es refrescante”. Añadió que “su obra hace muy distinto el género” y que “a cualquiera le llama la atención que combine armonías respecto a la cultura”.
Tras escuchar esas palabras, a Tego se le hizo “un taco”, porque la apreciación de Álvarez le demuestra que “hay gente que me oye y otros que me escuchan”. El empresario luce muy familiarizado con la propuesta de Calderón. Y el “Negro Calde” tiene vínculos con el jazz, aunque apenas lo escucha.
“A Luis que me perdone, pero lo tengo que decir, el jazz me aburre un poco. Lo oía cuando niño porque papi era jazzista. Ahora lo aprecio de otra manera y heredé la colección de papi, pero no la escucho porque me provoca nostalgia”, explicó.
Álvarez recordó que cuando comenzó a relacionarse con el jazz hace casi 20 años, el género atravesaba por un “proceso de educación”.
“Inicialmente era música prohibida. Hay paralelismos entre ambos géneros, en cierto modo por la reacción de la colectividad que rechaza una realidad. No todo el reguetón es de mi agrado, pero Tego me parece refrescante, igual que el jazz”, planteó.
MAÑANA en THE ARENA
La relación amistosa entre ambos ha redundado en apoyo para los proyectos del artista por parte de la marca Heineken. “Creo en las cosas de Dios... la carátula de mi disco es verde”, dijo Calderón refiriéndose al color emblemático de la marca de cerveza.
El intérprete de ‘Los míos’ será el cantante estelar en la fiesta de Halloween “Heineken’s Monster Ball”, a llevarse a cabo mañana en The Arena Pier 10, desde las 9:00 p.m. El público encontrará tres áreas de música y un programa musical variado.
“Eventos como éste me dan la oportunidad de llegar a un público que a veces no visita los lugares donde me presento”, afirmó Calderón, quien siente que se mueve “contra la corriente” porque, a diferencia de otros colegas del género, no aspira a un concierto masivo en el Coliseo José Miguel Agrelot.
“Todos quieren ir allí, pero eso es para que los vean. Es una cosa de egos que no tengo. Prefiero regresar al Clemente o presentarme en el anfiteatro Tito Puente”, concluyó.
Ambos viajan a Nueva York. Luis Álvarez lleva un reproductor de música digital. Tego Calderón carga un toca cd portátil. Álvarez no tarda en poner la canción ‘El Abayarde’, a pesar de que su pasión es el jazz, género que al cantante le resulta aburrido.
A Tego le parece conocido el rostro del vicepresidente de Méndez & Compañía, a quien tiene en la butaca del lado. Pero no le habla durante el vuelo, si no que poco antes de aterrizar le entrega una copia de su nuevo disco. Álvarez, que siempre supo junto a quién viajaba, se siente “honrado” tras el encuentro.
El director del Heineken Jazz Fest opinó que Tego está “a la vanguardia de la música” y que su trabajo “es refrescante”. Añadió que “su obra hace muy distinto el género” y que “a cualquiera le llama la atención que combine armonías respecto a la cultura”.
Tras escuchar esas palabras, a Tego se le hizo “un taco”, porque la apreciación de Álvarez le demuestra que “hay gente que me oye y otros que me escuchan”. El empresario luce muy familiarizado con la propuesta de Calderón. Y el “Negro Calde” tiene vínculos con el jazz, aunque apenas lo escucha.
“A Luis que me perdone, pero lo tengo que decir, el jazz me aburre un poco. Lo oía cuando niño porque papi era jazzista. Ahora lo aprecio de otra manera y heredé la colección de papi, pero no la escucho porque me provoca nostalgia”, explicó.
Álvarez recordó que cuando comenzó a relacionarse con el jazz hace casi 20 años, el género atravesaba por un “proceso de educación”.
“Inicialmente era música prohibida. Hay paralelismos entre ambos géneros, en cierto modo por la reacción de la colectividad que rechaza una realidad. No todo el reguetón es de mi agrado, pero Tego me parece refrescante, igual que el jazz”, planteó.
MAÑANA en THE ARENA
La relación amistosa entre ambos ha redundado en apoyo para los proyectos del artista por parte de la marca Heineken. “Creo en las cosas de Dios... la carátula de mi disco es verde”, dijo Calderón refiriéndose al color emblemático de la marca de cerveza.
El intérprete de ‘Los míos’ será el cantante estelar en la fiesta de Halloween “Heineken’s Monster Ball”, a llevarse a cabo mañana en The Arena Pier 10, desde las 9:00 p.m. El público encontrará tres áreas de música y un programa musical variado.
“Eventos como éste me dan la oportunidad de llegar a un público que a veces no visita los lugares donde me presento”, afirmó Calderón, quien siente que se mueve “contra la corriente” porque, a diferencia de otros colegas del género, no aspira a un concierto masivo en el Coliseo José Miguel Agrelot.
“Todos quieren ir allí, pero eso es para que los vean. Es una cosa de egos que no tengo. Prefiero regresar al Clemente o presentarme en el anfiteatro Tito Puente”, concluyó.
Ambos viajan a Nueva York. Luis Álvarez lleva un reproductor de música digital. Tego Calderón carga un toca cd portátil. Álvarez no tarda en poner la canción ‘El Abayarde’, a pesar de que su pasión es el jazz, género que al cantante le resulta aburrido.
A Tego le parece conocido el rostro del vicepresidente de Méndez & Compañía, a quien tiene en la butaca del lado. Pero no le habla durante el vuelo, si no que poco antes de aterrizar le entrega una copia de su nuevo disco. Álvarez, que siempre supo junto a quién viajaba, se siente “honrado” tras el encuentro.
0 Dejar Comentario:
Publicar un comentario