“¿Están listos para pasarla bien, sí o no? Yo voy a dejar mi alma en este escenario, y espero que ustedes también, así que aquí vamos”, dijo Martin al dirigirse a los cerca de cuatro mil asistentes, cifra menor a la esperada por los organizadores. Y cumplió. El concierto inició con la plena “Pégate”, una de las fórmulas ganadoras de su más reciente producción “MTV Unplugged”, seguido por los éxitos “María”, “Jaleo” y “Qué más da”.
El público, compuesto de jóvenes adultos y parejas, enloqueció al contemplar un Ricky Martin bronceado, con barba recortada y peinado en forma de cresta que cantaba con pantallas de fuego al fondo y realizaba eróticos movimientos pélvicos en dos pistas corredizas ubicadas en los laterales del escenario.
La tarima también contó con dos huecos que le sirvieron para desaparecer en varias ocasiones y regresar a escena tras los cambios de vestuario que sumaron siete, y entre los que predominaban las camisillas ajustadas y pantalones tipo sudadera.
La atmósfera romántica arropó el velódromo de la ciudad costera de San Sebastián –al norte de España– cuando el artista entonó “Vuelve” junto con los coros de los asistentes, quienes también lo acompañaron en interpretaciones como “Gracias por pensar en mí”, “Fuego de noche, nieve de día” y “Bella”.
La euforia, sin embargo, se apoderó del auditorio cuando se escucharon los primeros acordes de “La copa de la vida”, letra que lanzó al artista a la cima del mercado europeo tras convertirse en el himno del Mundial de Fútbol de 1998 celebrado en Francia.
El repertorio incluyó las versiones en inglés de “Livin’ la vida loca”, “Drop it on Me” y “This is Good”, que resultaron desacertadas ya que el público no podía seguir las letras, y se conformó con disfrutar de las coreografías y gritar ante los contoneos del puertorriqueño, quien estuvo acompañado de ocho bailarines.
Las fans enloquecieron con las eróticas imágenes del vocalista en la apertura y el intermedio, cuando se presentó en tres pantallas gigantes dos vídeos en los que aparecía cubierto sólo por un fina tela blanca del torso para abajo nadando bajo el agua y luego en diversas posiciones que sugerían que estaba desnudo y en las que simulaba que volvía a nacer.
El despliegue visual también sirvió para que el cantante destacara la importancia de luchar contra la explotación infantil –punta de lanza de su organización sin fines de lucro– al presentar fotos de niños víctimas de la guerra y de enfermedades tomadas por él.
“La estoy pasando muy bien en mi vida porque, al encontrar el significado de la palabra agradecimiento, las cosas empiezan a fluir más en tu vida”, manifestó con una amplia sonrisa tras recordarle a los presentes que “somos la semilla del cambio”.
La velada musical culminó con las melodías “Lola, Lola”, “Asignatura pendiente”, “Tal vez” y “Tu recuerdo”, el primer sencillo que pegó de su más reciente producción.
Esta vez La Mari del grupo Chambao no cantó junto a Ricky, pero el público se encargó de servirle de dúo al astro boricua, quien en las semanas anteriores también se presentó en las ciudades españolas de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Granada, Alicante, Burgos, Málaga y Badajoz.
San Sebastián (España).- Cierre con broche de oro. El cantante puertorriqueño Ricky Martin culminó su gira por España la noche del sábado con un concierto alucinante en el que redefinió la palabra erotismo con una mezcla de sus éxitos, bailes sensuales y efectos especiales.
El astro boricua, quien realizó 10 presentaciones en suelo español como parte del tour “Blanco y negro”, cantó 19 canciones durante hora y media, enloqueció a sus fans con su meneo de caderas y desplegó una energía inagotable durante las coreografías que demostraban influencias orientales y del capoeira.
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