Cuando se oye la noticia de que Chino y Nacho protagonizarán una película es difícil imaginar algo que no involucre un musical entonado en reggaeton. Pero no será así. Eso asegura el guionista, director y productor ejecutivo de Muere callao, César Oropeza. Se tratará de una historia de asesinos a sueldo “en un tono que no será reconocible en nuestra realidad”.
Oropeza, que coescribió y codirigió Puras joyitas, entró al proyecto tras algunas conversaciones de los músicos con varios cineastas. “Les pareció un buen paso hacer una película en este momento de sus carreras. Me llamaron. Yo estaba medio negado al principio.
Mis gustos no se acercan al reggaeton. Les dije: “Si quieren hacer Salserín, si quieren cantar y si quieren que tenga como tema el reguetón llamen a alguien más”. Ante mi actitud idiota descubrí a unos profesionales claros, inteligentes y receptivos. A los dos días me llamaron. La historia proviene de un filme que ya tenía pensado. En este momento estoy escribiendo el guión. Estará listo para el 24 de diciembre, como regalo de Navidad”, indica.
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Está claro que Oropeza no tiene interés en el cine social.
“Después de tres horas en una cola no quieres saber nada más de la realidad. Pienso que en este momento hay espacio para temáticas diferentes. Puedes escoger de qué vas a hablar. Hago uso de mi derecho a elegir hacer cine de masas. Quiero generar piezas de entretenimiento atractivas y divertidas”.
El elenco tentativo de Oropeza está integrado por muchos de los actores de su primera cinta y otros como Albi De Abreu, Roque Valero, Carlos Cruz, Jean Paul Leroux, Pastor Oviedo, Juan Pablo Raba y Miguel Ferrari. El cineasta está claro en que para que Chino y Nacho compartan pantalla con este grupo de intérpretes deben recibir entrenamiento.
“Vamos a hacer un taller de actuación, yo incluido. Haremos ensayos y todos nos someteremos a entrenamiento de manejo de armas. Chino y Nacho son personas comprometidas con su trabajo. Buscaron a alguien que los guiara y se están dejando. El actor es el guión, el director, el editor y el fotógrafo. Un actor es un trabajo de equipo. Estoy escribiendo para ellos. No pretendo que reciban un Oscar, pero sí que el público salga feliz y satisfecho de las salas”.
La cinta, que por ahora dispone sólo de presupuesto privado -aunque no se descarta optar por financiamiento del CNAC-, no tiene fecha de rodaje. “Ya tenemos el dinero de base, a los protagonistas y al equipo. Las cosas se han dado rápido y se van a seguir dando.
Una idea se concreta cuando las personas están, aquí lo están”.
Oropeza, que coescribió y codirigió Puras joyitas, entró al proyecto tras algunas conversaciones de los músicos con varios cineastas. “Les pareció un buen paso hacer una película en este momento de sus carreras. Me llamaron. Yo estaba medio negado al principio.
Mis gustos no se acercan al reggaeton. Les dije: “Si quieren hacer Salserín, si quieren cantar y si quieren que tenga como tema el reguetón llamen a alguien más”. Ante mi actitud idiota descubrí a unos profesionales claros, inteligentes y receptivos. A los dos días me llamaron. La historia proviene de un filme que ya tenía pensado. En este momento estoy escribiendo el guión. Estará listo para el 24 de diciembre, como regalo de Navidad”, indica.
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Está claro que Oropeza no tiene interés en el cine social.
“Después de tres horas en una cola no quieres saber nada más de la realidad. Pienso que en este momento hay espacio para temáticas diferentes. Puedes escoger de qué vas a hablar. Hago uso de mi derecho a elegir hacer cine de masas. Quiero generar piezas de entretenimiento atractivas y divertidas”.
El elenco tentativo de Oropeza está integrado por muchos de los actores de su primera cinta y otros como Albi De Abreu, Roque Valero, Carlos Cruz, Jean Paul Leroux, Pastor Oviedo, Juan Pablo Raba y Miguel Ferrari. El cineasta está claro en que para que Chino y Nacho compartan pantalla con este grupo de intérpretes deben recibir entrenamiento.
“Vamos a hacer un taller de actuación, yo incluido. Haremos ensayos y todos nos someteremos a entrenamiento de manejo de armas. Chino y Nacho son personas comprometidas con su trabajo. Buscaron a alguien que los guiara y se están dejando. El actor es el guión, el director, el editor y el fotógrafo. Un actor es un trabajo de equipo. Estoy escribiendo para ellos. No pretendo que reciban un Oscar, pero sí que el público salga feliz y satisfecho de las salas”.
La cinta, que por ahora dispone sólo de presupuesto privado -aunque no se descarta optar por financiamiento del CNAC-, no tiene fecha de rodaje. “Ya tenemos el dinero de base, a los protagonistas y al equipo. Las cosas se han dado rápido y se van a seguir dando.
Una idea se concreta cuando las personas están, aquí lo están”.
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