Daddy Yankee, cuyo verdadero nombre es Raymond Ayala, inició hace dos meses una gira internacional que lo ha llevado por Estados Unidos, México, Colombia y ahora Venezuela. Su objetivo es calmar "la sed de Daddy Yankee" que existe presentando los éxitos que lo catapultaron como: La Gasolina y Rompe, sin dejar su más reciente trabajo discográfico El Cartel: Big Boss con Ella me levantó.Boricua internacional
"Mi agenda está bien apretada. Hay compromisos los 367 días del año como digo yo, pero por fin abrimos un tiempo para Venezuela dispuestos a presentarnos en todas las plazas posibles". Otra de las cosas que ocupa la mente del reggaetonero de 30 años es la ceremonia de los Grammy Latinos a celebrarse el próximo 8 de noviembre en Las Vegas, donde compartirá con Miguelito y cantará Ella me levantó.
Sobre sus próximos pasos a seguir afirmó que estará "dándole duro" en sus próximos conciertos en Caracas y Valencia, para luego partir a Ecuador, República Dominicana y Bolivia. Para el 2008 regresará a los escenarios el 28 de enero con una gira por Europa, África y Oceanía.
“Traigo mucho sabor latino”
El intérprete llegó en un vuelo comercial. Se fotografió con los fanáticos en el lobby del hotel del Lago. Aseguró a PANORAMA sentirse feliz de cantar por primera vez en Maracaibo. Prometió regresar con un show más íntimo. Viajará a Las Vegas dentro de unos días.
Algarabía, locura, adrenalina... Todo esto se juntó en el lobby del hotel del Lago cuando el rey del reggaetón, Daddy Yankee, entró junto con su equipo de músicos (alrededor de 20 personas).
A diferencia de artistas como Chayanne, David Bisbal y Luis Miguel, el astro boricua llegó al lugar como cualquier huésped. Saludó a los presentes y se dispuso a tomarse fotografías con algunos fanáticos que sorpresivamente aparecieron de la nada y alborotaron el lugar.
“Me siento muy contento de estar por primera vez en Maracaibo. Veo que es una ciudad muy bonita y prometo volver próximamente para ofrecer un espectáculo más íntimo”, aseguró el intérprete a PANORAMA.
El cantante arribó a la tierra del sol amada a las 12:30 del mediodía en un vuelo comercial —No lo hizo en uno privado como se había anunciado previamente—.
Afortunadamente consiguió habitación en el 7º piso del hotel con vista al Lago.
“En esta visita vengo con todos los hierros. Ofreceré un show de primera y regresaré en mi gira que por cuestiones ajenas a mí no ha culminado”.
Mientras la gente lo seguía, el ídolo se detenía para sonreír ante las cámaras de los celulares. Hasta el personal del hotel corrió por los pasillos para verlo.
“La nominación al Grammy me tiene muy emocionado. Después de aquí viajaré a Las Vegas y ligaré con todas mis ganas para ganarme el premio”.
Revuelo en pleno viaje
En el avión donde se vino Daddy también lo embarcó el grupo La Klave. Los chicos no perdieron la oportunidad de acercarse a su estrella favorita.
Pidieron autógrafos, se grabaron y hasta conversaron con el cantante. Marcos Cedeño, vocalista de la agrupación dijo que cumplió su sueño.
Con respecto a las sorpresas de sus presentaciones, el puertorriqueño dijo: “Traigo ‘gasolina’ para todos... bailarinas, efectos visuales y mucho sabor latino”.
También manifestó que le emociona saber que lo hayan tomado en cuenta para un espectáculo tan importante en la región.
“Que orgullo que me llamen para cantar en la feria. Es bonito cuando mi música se convierte en aporte cultural”, aseguró en el trayecto al ascensor.
Se notaba descansado, relajado y listo para prender la rumba. Lucía una cadena de plata con diamantes, lentes oscuros y ropa deportiva. Subió a la suite y no bajó hasta caída la tarde.
Anoche cantó lo mejor de su repertorio en el encendido de luces de la avenida BellaVista.
La multitud lo aplaudió y ovacionó. Arrancó los más osados piropos por parte de sus seguidoras. Un clima lluvioso recibió la tarde del viernes a uno de los mayores exponentes del género del reggaeton, Daddy Yankee, quien visita la ciudad por primera vez. Proveniente de Caracas, el puertorriqueño arribó a la 1.00 de la tarde al Aeropuerto Internacional de La Chinita, lugar desde el cual se trasladó al Hotel del Lago para descansar unas horas antes de su show en el encendido navideño de la XLII Feria de la Chiquinquirá, que forma parte de su tour mundial El Cartel: Big Boss.
Rodeado de fanáticas el cantante expresó su agrado por la receptividad que ha tenido su música en la ciudad. Con un característico acento boricua expresó que tenía tantas ganas de venir, al igual que sus fans marabinos. "Estoy muy excited por estar aquí porque me han contado muchas cosas buenas, sobre todo de las rumbas que son infinitas".
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