Arropado por las cívicas

No bien había terminado de saludar a Daddy Yankee, un grupo de sus compañeras cívicas caminó hasta el recibidor del hotel ansioso de saludarle. Lo arroparon en besos. Lo llenaron de piropos. Ellas querían fotografiarse con él a como diera lugar. Y apenas lo dejaban caminar. Pero él, a todas las complació.

Mientras, en el Salón Chico el resto de las damas esperaba, algunas con sus copas en mano, por la llegada del intérprete de “Rompe”.

“Te agradezco mucho que hayas podido venir. Allá dentro hay un grupo de damas que están deseosas de verte”, le dijo Picorelli.

Y así fue. Con mucha emoción cada dama que se le acercó le dió su mejor “Pose” para que fueran captadas por sus lentes fotográficos.

¿Esperabas algún día que el Club de Damas Cívicas de Puerto Rico te entregara algún reconocimiento?, preguntó El Nuevo Día al cantante.

“Sinceramente, no”, respondió.

“Cuando me llamaron honradamente acepté y vine. Me empapé de todo lo que hacen y vi que son damas que ayudan. Son damas que dan y por eso es que estoy aquí”, mencionó el artista.

Finalmente llegó hasta el salón donde se le haría el homenaje y fue recibido con fuertes aplausos. De hecho, una de las damas se paró en la silla para verle mejor.

“¡Dame gasolina!”, gritaron otras dos.

Al empezar la ceremonia, la presidenta le advirtió a Daddy Yankee: “Aquí hay una dama que dijo que si tú la sacabas, ella bailaba ‘La Gasolina’. Se llama Laurita y tiene 84 años”. Tan pronto se escuchó en el salón el primer estribillo del éxito musical, Laurita cumplió su palabra y bailó con “El Cangri”. Sus compañeras la animaban gritándole “tra, tra, tra” y “hasta abajo”.

Luego, llegó el momento de leer la semblanza en la que destacaron cada uno de sus logros a lo largo de su carrera. Algunas también aprovecharon ese instante para retratarse con él.

¡Bravo!, le manifestaron las cívicas de pie tras éste recibir el premio.

“La estoy pasando bien, que es lo que me sorprende. Están todas llenas de energía. Cuando hagan más fiestas, no se olviden de mí”, les dijo el artista. Un fuerte “ahhh” se escuchó y numerosos aplausos le siguieron a sus palabras.

Al concluir la ceremonia, continuó posando para las cámaras. En el fondo, la presidenta exhortaba a las damas a retomar sus asientos para anunciar los resultados de las votaciones y conocer a la nueva junta de directores. Pero Daddy Yankee se ganó toda la atención.
Con sus distintivas gafas, mahones y tenis, Daddy Yankee llegó ayer al Hotel San Juan, en Isla Verde. Allí lo recibió, con sus tacones amarillos y elegante sombrero en combinación, Griselli Picorelli, presidenta del Club Cívico de Damas de Puerto Rico.

“Un artista es artista no importa la clase social, pero obviamente, que sea un ejemplo positivo”, expresó Picorelli al explicar por qué el Club entregaría ayer el premio “Sol sobre el Yunque” al “Big Boss”.

Este galardón se otorga cada dos años a una figura destacada por su labor filantrópica, como “Chayanne, Luis Fonsi y Justino Díaz”, entre otros, mencionó la presidenta.