Muchos coinciden en que se te han subido los humos, ¿qué tienes que decir?
Estoy bien seguro que no, para nada. Soy un veterano. Llevo 15 años haciendo esto, estoy más centralizado... me llegó el boom siendo veterano y estoy tranquilo y relajado, pude asimilarlo mejor. Pero estoy oyendo que tú ‘estás guillao’, o sea, estoy escuchando esa palabra desde que yo pegué una canción, desde ‘Yamilette’, porque simplemente estás sonando en la radio y te ven en la televisión, más nada.
Es que yo era el primero, yo me pongo en la lista. Yo era el primero que pensaba que todo el que salía en la televisión y sonaba en la radio era un guillao. Ésa es la mentalidad de muchas personas, inclusive era la mía. También tenía esa percepción de otras personas y creía que todo el que salía en televisión tenía dinero, tenía guille y eran unos come “m”. Cuando me meto a esto, la mentalidad mía cambió totalmente.
¿Cómo lo entendiste?
Veía que los más callaítos, tal vez tenían más chavos que el otro, o veía a alguien que hacía un papel de serio, era tremenda persona... la gente confunde... El mejor ejemplo es (el boxeador Miguel) Cotto. Cotto es bien humilde, pero es bien callao, bien serio. Y mucha gente confunde eso con que el tipo es un guillao. Y el tipo es tremenda persona, ésa es su forma de ser. Y así hay muchos artistas... pero el mundo del entretenimiento es así, hay mucho carácter y mucha fantasía.
¿Piensas entonces que es una de las consecuencias negativas que trae el paquete de pertenecer al mundo del espectáculo?
Fíjate no, es que pasa en todo. Una vez tú progresas en la vida, no tienes que ser artista, puedes ser ‘Fulano de Tal del Pueblo’, y estás en un empleo, y mañana te ascienden, el que estaba contigo trabajando, empacando las compras, ve que ahora tú eres gerente y va a decir: ‘A este tipo se le subieron las chuletas’. Es real, en vez de decir: ‘Contra, déjame trabajar como este tipo trabajó para llegar ahí también y fajarme como él se fajó’, pues no. Lamentablemente, es el pensamiento de personas que nunca lo van a entender.
Ramón Ayala, su nombre real, se inició en la escuela de la música underground junto a Dj Playero, con quien creó la famosa canción “Yamilette”, además de otras líricas que se volvieron muy populares en este movimiento entonces oculto.
Con altas y bajas, logró lanzar de forma independiente su primer disco “No Mercy”, en 1994, seguido de “El cartel de Yankee” (1996), “El cartel de Yankee II” (2001) y “El cangri.com” (2002).
Para este período, este género perdió el apoyo radial y, según contó, permaneció por dos años “dando bandazos”.
Este período lo utilizó para lanzar su compilación de éxitos “Los homerun-es” (2003) y estudiar contabilidad. Así, con el lanzamiento de “Barrio fino” (2004), regresó “con mente de empresario” y consciente de que todo lo que ganara debía ser invertido. Para este tiempo ya la radio sonaba con insistencia el reguetón y su tema “Gasolina” pudo dar la vuelta al mundo. Sus inversiones las dirigió a crear su propia línea de calzado deportivo, además de un perfume, línea de ropa, su compañía de producción, y los bienes raíces.
Hoy, su catálogo de presentación incluye citas en grandes escenarios, a las que se han sumado las dos funciones de este fin de semana en el Coliseo de Puerto Rico, de Hato Rey, con su gira “The Big Boss”.
Daddy Yankee se ha proclamado “El Jefe” del reguetón. Es más, desde sus inicios, se dio a conocer como “El Cangri”, palabra utilizada en la jerga callejera para llamar a “los más grandes”.
Pero ninguno de estos seudónimos nació porque se le hayan “subido los humos” o “esté guillao”. Asegura que la utilización de nombres que apuntan hacia la “autoridad” forma parte de la esencia del reguetón, en la que siempre ha existido una guerra por el dominio, tanto en sus discursos como en sus líricas.
Su proyección recia nada tiene que ver, pues según dice, las personas tienden a confundir la timidez con “la guillaera”.
Estoy bien seguro que no, para nada. Soy un veterano. Llevo 15 años haciendo esto, estoy más centralizado... me llegó el boom siendo veterano y estoy tranquilo y relajado, pude asimilarlo mejor. Pero estoy oyendo que tú ‘estás guillao’, o sea, estoy escuchando esa palabra desde que yo pegué una canción, desde ‘Yamilette’, porque simplemente estás sonando en la radio y te ven en la televisión, más nada.
Es que yo era el primero, yo me pongo en la lista. Yo era el primero que pensaba que todo el que salía en la televisión y sonaba en la radio era un guillao. Ésa es la mentalidad de muchas personas, inclusive era la mía. También tenía esa percepción de otras personas y creía que todo el que salía en televisión tenía dinero, tenía guille y eran unos come “m”. Cuando me meto a esto, la mentalidad mía cambió totalmente.
¿Cómo lo entendiste?
Veía que los más callaítos, tal vez tenían más chavos que el otro, o veía a alguien que hacía un papel de serio, era tremenda persona... la gente confunde... El mejor ejemplo es (el boxeador Miguel) Cotto. Cotto es bien humilde, pero es bien callao, bien serio. Y mucha gente confunde eso con que el tipo es un guillao. Y el tipo es tremenda persona, ésa es su forma de ser. Y así hay muchos artistas... pero el mundo del entretenimiento es así, hay mucho carácter y mucha fantasía.
¿Piensas entonces que es una de las consecuencias negativas que trae el paquete de pertenecer al mundo del espectáculo?
Fíjate no, es que pasa en todo. Una vez tú progresas en la vida, no tienes que ser artista, puedes ser ‘Fulano de Tal del Pueblo’, y estás en un empleo, y mañana te ascienden, el que estaba contigo trabajando, empacando las compras, ve que ahora tú eres gerente y va a decir: ‘A este tipo se le subieron las chuletas’. Es real, en vez de decir: ‘Contra, déjame trabajar como este tipo trabajó para llegar ahí también y fajarme como él se fajó’, pues no. Lamentablemente, es el pensamiento de personas que nunca lo van a entender.
Ramón Ayala, su nombre real, se inició en la escuela de la música underground junto a Dj Playero, con quien creó la famosa canción “Yamilette”, además de otras líricas que se volvieron muy populares en este movimiento entonces oculto.
Con altas y bajas, logró lanzar de forma independiente su primer disco “No Mercy”, en 1994, seguido de “El cartel de Yankee” (1996), “El cartel de Yankee II” (2001) y “El cangri.com” (2002).
Para este período, este género perdió el apoyo radial y, según contó, permaneció por dos años “dando bandazos”.
Este período lo utilizó para lanzar su compilación de éxitos “Los homerun-es” (2003) y estudiar contabilidad. Así, con el lanzamiento de “Barrio fino” (2004), regresó “con mente de empresario” y consciente de que todo lo que ganara debía ser invertido. Para este tiempo ya la radio sonaba con insistencia el reguetón y su tema “Gasolina” pudo dar la vuelta al mundo. Sus inversiones las dirigió a crear su propia línea de calzado deportivo, además de un perfume, línea de ropa, su compañía de producción, y los bienes raíces.
Hoy, su catálogo de presentación incluye citas en grandes escenarios, a las que se han sumado las dos funciones de este fin de semana en el Coliseo de Puerto Rico, de Hato Rey, con su gira “The Big Boss”.
Daddy Yankee se ha proclamado “El Jefe” del reguetón. Es más, desde sus inicios, se dio a conocer como “El Cangri”, palabra utilizada en la jerga callejera para llamar a “los más grandes”.
Pero ninguno de estos seudónimos nació porque se le hayan “subido los humos” o “esté guillao”. Asegura que la utilización de nombres que apuntan hacia la “autoridad” forma parte de la esencia del reguetón, en la que siempre ha existido una guerra por el dominio, tanto en sus discursos como en sus líricas.
Su proyección recia nada tiene que ver, pues según dice, las personas tienden a confundir la timidez con “la guillaera”.
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