“Todos quieren a Raymond” no es personal, es sólo real

Mi nombre se ha utilizado para hacer negocio y lo han utilizado para atacarme sin razón, sin importar que yo también tengo familia que vela por mí. Todos los que me critican también tienen ropa sucia y techos de cristal, todos estamos en el mismo bote. Por toda esa gente y todas esas razones es que hice mi canción “Todos quieren a Raymond”. Y lo hice en forma de parodia para que entiendan que lo mío no es personal.

Han sido muchos los artistas que nos hemos enfrentado a situaciones difíciles causadas por otras personas, por eso muchos han emigrado y yo me mantengo aquí, como un roble fuerte.

Cualquiera se hubiese quitao, pero mi pueblo es mi “gasolina”, por eso sigo de pie, porque Dios es mi “coraza divina”.

A la larga en algún momento de nuestras ya casi apagadas vidas, todos nos preguntaremos cuál fue mi aportación a la industria de mi país, a quién ayudé y a quién apoyé. Por eso seguiré con mi conciencia limpia, porque reconozco la aportación que he hecho a mi país.

Aquí están mis manos para seguir ondeando mi bandera, pero se necesitan muchas manos para seguir proyectando positivamente a nuestra isla en el mundo entero. Yo soy Daddy Yankee y aunque me sigan atacando muchos de mis hermanos, seguiré llevando mi bandera a dondequiera que vaya, pues esa es mi misión como artista y como hijo de esta tierra llamada Puerto Rico.Todos quieren a Raymond: “Alante, mi nombre no es Raymond, mi nombre es Ramón, si tú no me conoces bien, no seas tan lambón”. Ja, ja, ja.

De seguro te preguntarás por qué yo escribí este tema. Hay muchas personas que creen que me conocen, o que me dieron algo en la vida, o que han hecho algún favor, cuando la realidad es que nadie hizo nada por mí. Se los digo claro y al parecer muchos de ellos están molestos conmigo y hablan de mí.

Siendo real, entiendo que cuando me atacan a mí, no sólo atacan al género, sino atacan una bandera del mundo y de mi país. Entiendo que nos pueda atacar gente de otro país, pero no entre nosotros mismos, pues a mí no me conocen. Aquí estamos acostumbrados a que cuando un artista está en su mejor momento le tiramos piedras en vez de ayudarlo y aportar en su misión positiva. Yo no le tiro a nadie, yo sólo me defiendo.