Si el dúo boricua Calle 13 puso a llorar a unos cuantos reguetoneros con su tema “Que lloren”, serán muchos más los que soltarán una lágrima cuando los muchachos de Trujillo Alto arrasen con cuanta nominación y premio a la música haya el año que viene. Nos atrevemos a afirmar esto luego de escuchar el cedé “Los de atrás vienen conmigo”, una producción que difícilmente pasará desapercibida por los conocedores de la música y que con mucha probabilidad aspirará a galardones en otras categorías, aparte de la llamada música urbana, por su carácter multicultural. Este álbum es lo que bien podría llamarse “world music urbano”.
Hay quienes ya critican este disco porque dicen que Calle 13 abandonó su esencia irreverente y ofensiva. Pero, ¿cuán más ofensivos podían ser después de “Residente o Visitante”?
Lo que sucede es que gracias al impacto provocado por sus primeras dos producciones, René Pérez y Eduardo Cabra tuvieron la oportunidad de recorrer mundo para darse cuenta de que el único lugar donde se desayuna se almuerza y se cena reguetón es Puerto Rico, y que si querían lograr que su mensaje llegara a otros públicos tenían que enmarcar el mismo dentro de otros ritmos.
Y si hablamos de mensaje es porque en esta nueva producción, Calle 13 logró salir más de su ya característica estructura lírica que puede resumirse como “invitación a una mujer a tener contacto sexual casual sin ningún tipo de compromiso emocional o sentimental”. De este modo da paso a una serie de composiciones que con toda probabilidad calen en el gusto de un público amplio a lo largo de Latinoamérica, por precisamente tratarse de un discurso de solidaridad con los grupos marginados y con la esencia de una Latinoamérica que sigue siendo esencialmente pobre y víctima del rechazo tanto de las potencias mundiales como de sus mismos pares.
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