¿Dónde aprendió esa elegancia, esos modales, ese modo de expresarse y comportarse, ese “cool” a preguntas candentes, ante las cuales otros hubiesen dorado la píldora yéndose por la tangente? Esto sumado a su figura y a su pinta de galán. Las trencitas, bueno hasta eso le queda bien y es posible que sea sólo transitorio, que pasará para dar paso a algo más mundano y chic.
¿QUE LE PASA A LOS SALSEROS? Han dejado de salsear y ahora, en lugar de cantar se dedican a ser actores y hasta bailarines. Y Univisión los acoge como un padre benefactor. ¿Será que sus discos no venden? ¿Será que, al igual que los merengueros, han ido perdiendo poder de convocatoria frente a los reguetoneros? Michael Stuart hace anuncios, Manny Manuel protagoniza la promoción de Navidad de Univisión, Elvis Crespo se la pasa de invitado en programas de entrevistas. Pero, aunque no vendan tanto como antes, son figuras y sus nombres valen oro... por ahora.
El único que se ha mantenido dentro del salseo es Gilberto Santa Rosa. Dicho sea de paso, para su magno concierto en la promoción escribieron mal su apellido todo el tiempo. Y nadie lo corrigió. Señores, este salsero escribe su nombre “Santa Rosa” y no “Santarrosa” forma de escribirlo que juró nunca más usar a raíz de un disgusto con un pariente. Digo, eso recuerdo que sucedió hace años. A propósito, el programa que le dedicaron la otra noche en “Anda pa’l cará de gala” estuvo muy bueno y allí Gilbertito demostró, con su simpatía, talento y don de gentes, por qué es una de las figuras salseras de mayor arraigo aquí y en el exterior. El programa lo animaron estupendamente el siempre interesante Papo Brenes, a quien llamo Mr. Suavidad Extrema, y Alexandra Malagón, la partenaire romántica de Gilberto, quien se mantuvo ecuánime y para nada demostró su gran afecto por el cantante.
DE HECHO, TODOS los programas especiales de la semana pasada estuvieron formidables, digo, de acuerdo con mi gusto inclusive los mencionados arriba: Raymond Arrieta, genial con sus caracterizaciones (este chico es más divertido en la vida real que en la actuación; se los aseguro); y David Hernández, interesantísimo con sus predicciones cuasi exactas.
Y aunque “¿Quién tiene la razón?” no fue un programa especial, me dejaron atolondrada el lunes las botas rojo pasión de la doctora Nancy Alvarez, a quien, no obstante sus locuras en el vestir, respeto por sus sagaces e inteligentes soluciones a los problemas en su programa. Las susodichas fueron el complemento de un traje rojo sobre sus saludables rodillas y unos leotardos ¡blancos! ¿Cómo permitió Rodner Figueroa, el famoso “fashionista”, tal despropósito?
Bueno, no debe extrañarnos ninguna locura de la doctora Alvarez pues ya la vimos no hace mucho con una falda de flecos a mitad de rodillas y el histórico programa en el que se vistió de bruja, de pies a cabeza, incluyendo el sombrero puntiagudo, el día de Halloween. Ese momento no lo pueden superar ni las botas rojas de esta semana. ¡Abur!
¿QUE LES PASA a los programas radiales y de televisión que estuvieron téquele téquele cuando no encontraron gas pimienta en la ropa de Ingrid Marie Rivera, y no dicen nada ahora que los análisis dieron positivo? ¿Dónde está la imparcialidad? EL DOMINGO PASADO vi por televisión una entrevista que me dejó patidifusa, tanto por la calidad de la entrevistadora como del entrevistado. Se trataba de Carmen Jovet entrevistando a William Omar Landrón o “Don Omar”, como se conoce al famoso reguetonero en el medio artístico. Hay entrevistas que te dejan como si nada. Incluyendo las de los políticos: repetitivas, politiqueras y aburridas. Pero hay asombrosas y eso sucedió el domingo.
Este muchacho de 29 años, que aprendió gran parte de lo que sabe en la universidad de la vida, se expresa como alguien salido de un curso de Dale Carnegie. Sin palabras callejeras, ni frases atropelladas, William Omar se dejó llevar por Jovet sin abstenerse de responder a todas las preguntas. De su boca de comer no salió ni un “ma’” ni un “pa’”, ni un “cangri” o “jangueo”, ni siquiera un “blin blin”.
¿QUE LE PASA A LOS SALSEROS? Han dejado de salsear y ahora, en lugar de cantar se dedican a ser actores y hasta bailarines. Y Univisión los acoge como un padre benefactor. ¿Será que sus discos no venden? ¿Será que, al igual que los merengueros, han ido perdiendo poder de convocatoria frente a los reguetoneros? Michael Stuart hace anuncios, Manny Manuel protagoniza la promoción de Navidad de Univisión, Elvis Crespo se la pasa de invitado en programas de entrevistas. Pero, aunque no vendan tanto como antes, son figuras y sus nombres valen oro... por ahora.
El único que se ha mantenido dentro del salseo es Gilberto Santa Rosa. Dicho sea de paso, para su magno concierto en la promoción escribieron mal su apellido todo el tiempo. Y nadie lo corrigió. Señores, este salsero escribe su nombre “Santa Rosa” y no “Santarrosa” forma de escribirlo que juró nunca más usar a raíz de un disgusto con un pariente. Digo, eso recuerdo que sucedió hace años. A propósito, el programa que le dedicaron la otra noche en “Anda pa’l cará de gala” estuvo muy bueno y allí Gilbertito demostró, con su simpatía, talento y don de gentes, por qué es una de las figuras salseras de mayor arraigo aquí y en el exterior. El programa lo animaron estupendamente el siempre interesante Papo Brenes, a quien llamo Mr. Suavidad Extrema, y Alexandra Malagón, la partenaire romántica de Gilberto, quien se mantuvo ecuánime y para nada demostró su gran afecto por el cantante.
DE HECHO, TODOS los programas especiales de la semana pasada estuvieron formidables, digo, de acuerdo con mi gusto inclusive los mencionados arriba: Raymond Arrieta, genial con sus caracterizaciones (este chico es más divertido en la vida real que en la actuación; se los aseguro); y David Hernández, interesantísimo con sus predicciones cuasi exactas.
Y aunque “¿Quién tiene la razón?” no fue un programa especial, me dejaron atolondrada el lunes las botas rojo pasión de la doctora Nancy Alvarez, a quien, no obstante sus locuras en el vestir, respeto por sus sagaces e inteligentes soluciones a los problemas en su programa. Las susodichas fueron el complemento de un traje rojo sobre sus saludables rodillas y unos leotardos ¡blancos! ¿Cómo permitió Rodner Figueroa, el famoso “fashionista”, tal despropósito?
Bueno, no debe extrañarnos ninguna locura de la doctora Alvarez pues ya la vimos no hace mucho con una falda de flecos a mitad de rodillas y el histórico programa en el que se vistió de bruja, de pies a cabeza, incluyendo el sombrero puntiagudo, el día de Halloween. Ese momento no lo pueden superar ni las botas rojas de esta semana. ¡Abur!
¿QUE LES PASA a los programas radiales y de televisión que estuvieron téquele téquele cuando no encontraron gas pimienta en la ropa de Ingrid Marie Rivera, y no dicen nada ahora que los análisis dieron positivo? ¿Dónde está la imparcialidad? EL DOMINGO PASADO vi por televisión una entrevista que me dejó patidifusa, tanto por la calidad de la entrevistadora como del entrevistado. Se trataba de Carmen Jovet entrevistando a William Omar Landrón o “Don Omar”, como se conoce al famoso reguetonero en el medio artístico. Hay entrevistas que te dejan como si nada. Incluyendo las de los políticos: repetitivas, politiqueras y aburridas. Pero hay asombrosas y eso sucedió el domingo.
Este muchacho de 29 años, que aprendió gran parte de lo que sabe en la universidad de la vida, se expresa como alguien salido de un curso de Dale Carnegie. Sin palabras callejeras, ni frases atropelladas, William Omar se dejó llevar por Jovet sin abstenerse de responder a todas las preguntas. De su boca de comer no salió ni un “ma’” ni un “pa’”, ni un “cangri” o “jangueo”, ni siquiera un “blin blin”.
0 Dejar Comentario:
Publicar un comentario