El cantante Tego Calderón admite que parte de la culpa es de los propios artistas: "lo que sucede con el reggaetón es que los artistas, incluyéndome, no supieron bregar con su fama humildemente. Se pusieron muy jactanciosos y a la industria no le gustó eso... que de ser accesible pasó a ser inaccesible cobrando por un show 200.000 dólares. El mercado no quiere. Prefieren tener a Luis Miguel o otra gente a que vengan 'estos tipos de la calle que no estudiaron música, que de algún modo idolatran lo negativo'. Y nos quieren ver caer". El "Abayarde", de todos modos, cree que "no se está cayendo sólo el reggaetón; se está cayendo el mercado del disco".
Para Calderón, intérprete de éxitos como "Planté bandera" y "Llora, llora", el reggaetón podría estar en su mejor momento, pues "ahora van a subsistir los artistas que no dependan del boom de un género, sino del talento de su bolígrafo; se van a probar los niños de los hombres y eso me encanta. Me gusta lo que está pasando con este género, porque tienes que ser bueno de verdad. Ya pasó la época en que cualquiera puede hacer reggaetón".
Los popes del género en Puerto Rico, donde hay una nueva generación de exponentes que hacen una lectura más melódica como Rakim y Ken-Y, o Alexis y Fido, creen que "el movimiento se quiso importar en muchos países, especialmente los Estados Unidos, de forma atropellada y a destiempo; no estaba arraigado el movimiento social, y sin embargo lanzaron la música de forma atropellada porque muchos programadores -en la búsqueda de algo nuevo para atraer audiencia-, entendieron que era 'lo que se venía' y quisieron ser los primeros. Pero la gente no estaba lista para esa sobredosis de información".
Tony Luna, director de programación de la emisora radial La Mega 97.9, con sede en Nueva York, advierte que "la música es cíclica" y recuerda que mientras trabajaba en una radio portorriqueña, allá por mediados de los '90, tuvo la oportunidad de presenciar una desaceleración del reggaetón en su propia cuna que respondió en parte a su evolución. "El género en ese momento era diferente, era más 'gangsta'", aclara Luna, "hoy es más sexual y de pronto lo que está haciendo es una metamorfosis también. De pronto se está preparando para otra transformación. Como ocurre en toda industria, en Estados Unidos vieron una oportunidad de negocio y se lanzaron... Pero 'no hay cama pa'tanta gente'".
Según cree el mega-astro de la salsa Gilberto Santa Rosa, el fin de la locura posiblemente se debe a una saturación: "de momento la gente lo tiene tan presente y cotidiano que es posible que la respuesta del público haya mermado un poco. Pero no me gusta predecir ni desacreditar ni restarle importancia a las cosas. El movimiento del reggaetón ya lleva 20 años. Cuando empezaron el rap y el hip hop en español la gente empezó a darle fecha, 'esto va a durar hasta cuando...' Pero evolucionó al reggaetón y hay que ver qué va a pasar".
El aluvión se acabó, dejando sólo lo mejor. Según artistas y empresarios, el boom continental del reggaetón terminó en el 2007, depurando la lista de exponentes a un puñado que se propone no sólo mantenerlo vivo, sino hacerlo evolucionar con el tiempo. Lo que viene, parece es una etapa de consolidación de los grandes del género: Daddy Yankee, Don Omar, Calle 13, Wisín & Yandel. Buenas ventas... pero sin la locura desenfrenada que rondó el género nacido en Puerto Rico durante los últimos años.
El disco latino más vendido en los Estados Unidos fue este año "El cartel: The Big Boss", firmado por Daddy Yankee: 250 mil copias desde su lanzamiento el pasado junio. Y tanto los Grammy como los Latin Grammy incluyeron al reggaetón como rubro independiente. Pero a pesar de esto -o quizás por eso- ya se habla de "saturación".
Para Calderón, intérprete de éxitos como "Planté bandera" y "Llora, llora", el reggaetón podría estar en su mejor momento, pues "ahora van a subsistir los artistas que no dependan del boom de un género, sino del talento de su bolígrafo; se van a probar los niños de los hombres y eso me encanta. Me gusta lo que está pasando con este género, porque tienes que ser bueno de verdad. Ya pasó la época en que cualquiera puede hacer reggaetón".
Los popes del género en Puerto Rico, donde hay una nueva generación de exponentes que hacen una lectura más melódica como Rakim y Ken-Y, o Alexis y Fido, creen que "el movimiento se quiso importar en muchos países, especialmente los Estados Unidos, de forma atropellada y a destiempo; no estaba arraigado el movimiento social, y sin embargo lanzaron la música de forma atropellada porque muchos programadores -en la búsqueda de algo nuevo para atraer audiencia-, entendieron que era 'lo que se venía' y quisieron ser los primeros. Pero la gente no estaba lista para esa sobredosis de información".
Tony Luna, director de programación de la emisora radial La Mega 97.9, con sede en Nueva York, advierte que "la música es cíclica" y recuerda que mientras trabajaba en una radio portorriqueña, allá por mediados de los '90, tuvo la oportunidad de presenciar una desaceleración del reggaetón en su propia cuna que respondió en parte a su evolución. "El género en ese momento era diferente, era más 'gangsta'", aclara Luna, "hoy es más sexual y de pronto lo que está haciendo es una metamorfosis también. De pronto se está preparando para otra transformación. Como ocurre en toda industria, en Estados Unidos vieron una oportunidad de negocio y se lanzaron... Pero 'no hay cama pa'tanta gente'".
Según cree el mega-astro de la salsa Gilberto Santa Rosa, el fin de la locura posiblemente se debe a una saturación: "de momento la gente lo tiene tan presente y cotidiano que es posible que la respuesta del público haya mermado un poco. Pero no me gusta predecir ni desacreditar ni restarle importancia a las cosas. El movimiento del reggaetón ya lleva 20 años. Cuando empezaron el rap y el hip hop en español la gente empezó a darle fecha, 'esto va a durar hasta cuando...' Pero evolucionó al reggaetón y hay que ver qué va a pasar".
El aluvión se acabó, dejando sólo lo mejor. Según artistas y empresarios, el boom continental del reggaetón terminó en el 2007, depurando la lista de exponentes a un puñado que se propone no sólo mantenerlo vivo, sino hacerlo evolucionar con el tiempo. Lo que viene, parece es una etapa de consolidación de los grandes del género: Daddy Yankee, Don Omar, Calle 13, Wisín & Yandel. Buenas ventas... pero sin la locura desenfrenada que rondó el género nacido en Puerto Rico durante los últimos años.
El disco latino más vendido en los Estados Unidos fue este año "El cartel: The Big Boss", firmado por Daddy Yankee: 250 mil copias desde su lanzamiento el pasado junio. Y tanto los Grammy como los Latin Grammy incluyeron al reggaetón como rubro independiente. Pero a pesar de esto -o quizás por eso- ya se habla de "saturación".
0 Dejar Comentario:
Publicar un comentario