De hecho, el disco latino más vendido en Estados Unidos fue este año ‘‘El cartel: The Big Boss’’ de Daddy Yankee, con alrededor de 250 ml copias desde su lanzamiento el pasado junio, según Soundscan.
Y puede que en los últimos años el reggaetón haya alcanzado su cumbre atropelladamente en Estados Unidos, donde algunas emisoras de ritmos tropicales parecieron entusiasmarse demasiado, o quizás temer no estar en la onda al no transmitir suficiente de este ritmo.
Pero el boom sin duda sirvió para darle su puesto al género, que hoy se jacta de tener su propio rubro en los premios Grammy y Latin Grammy, y su descenso responde a múltiples factores, según distintos artistas y conocedores.
Para el astro de la salsa Gilberto Santa Rosa el fin de la locura posiblemente se debe a una ‘‘saturación’’.
‘‘De momento la gente lo tiene tan presente y cotidiano que es posible que la respuesta del público haya mermado un poco’’, dijo a la AP el Caballero de la Salsa en una entrevista reciente.
‘‘A mí no me gusta predecir ni desacreditar ni restarle importancia a las cosas. El movimiento del reggaetón ya lleva 20 años. Cuando empezó el rap y el hip hop en español la gente empezó a darle fecha, ’esto va a durar hasta cuando’... (Pero) evolucionó al reggaetón y hay que ver qué va a pasar’’.
Santa Rosa reconoció haber quedado ‘‘maravillado’’ por la rapidez con la que se produjeron los discos del género en los últimos años: ‘‘Mientras los salseros nos tardamos un año o dos en hacer un disco esta gente hacía dos discos por año y además aparecían los unos en los discos de los otros’’.
Tony Luna, director de programación de la emisora radial La Mega 97.9, con sede en Nueva York, advirtió que la música es cíclica y que, trabajando en la radio en Puerto Rico a mediados de los 90, tuvo la oportunidad de presenciar una desaceleración del reggaetón en su propia cuna que respondió en parte a su evolución.
‘‘El género en ese momento era diferente, era más ‘gangsta’’’, señaló Luna a la AP. ‘‘Hoy es más sexual y de pronto lo que está haciendo es una metamorfosis también. De pronto se está preparando para otra transformación’’.
Opinó que como ocurre en toda industria, en Estados Unidos vieron una oportunidad de negocio y se lanzaron. ‘‘Pero como dice El Gran Combo (de Puerto Rico), ’no hay cama pa’ tanta gente’’’.
Y Félix A. Bonnet, vicepresidente de programación de la SBS (Spanish Broadcasting System) en Puerto Rico, quien entre otras emisoras vela por Reggaetón 94 (única que transmite el género las 24 horas del día), está en parte de acuerdo.
‘‘El movimiento en Estados Unidos se quiso importar de forma atropellada y a destiempo’’, declaró a la AP desde San Juan, explicando que en su país ha trascendido a la música y se ha convertido en un estilo de vida de la juventud que ha crecido con él.
‘‘Pero en Estados Unidos no estaba arraigado el movimiento social y sin embargo lanzaron la música de forma atropellada porque muchos programadores, en la búsqueda de algo nuevo para atraer audiencia, entendieron que el movimiento se iba a repetir en Estados Unidos y quisieron ser los primeros, pero el público no estaba listo’’, se lamentó.
El reggaetonero Tego Calderón admite que parte de la culpa es de los propios exponentes.
‘‘Lo que sucede con el reggaetón es que los artistas, incluyéndome, no supieron bregar con su fama humildemente. Se pusieron muy jactanciosos y a la industria no le gustó eso... que de ser accesible pasó a ser inaccesible cobrando por un show 200 mil dólares’’, dijo a la AP a mediados de año.
‘‘El mercado no quiere. Prefieren tener a Luis Miguel o otra gente a que vengan ’estos tipos de la calle que no estudiaron música, que de algún modo idolatran lo negativo’, y nos quieren ver caer’’, añadió el apodado ‘‘Abayarde’’.
Sin embargo, aseveró que ‘‘no se está cayendo el reggaetón. Se está cayendo el mercado del disco’’. Y comparó la situación con los malos momentos de la salsa, cuando ‘‘El Gran Combo seguía tocando’’.
Mientras, su compatriota y colega Julio Voltio también opinó que ‘‘se saturó el mercado’’ y que ‘‘el público ya tiene sus favoritos’’.
‘‘Así como unos hacen una mala representación del reggaetón otros hacen una excelente y yo me considero que estoy en ese (último) grupo’’, dijo.
Bonnet afirmó que en Puerto Rico hay una nueva generación de exponentes que está trascendiendo, como Rakim y Ken-Y, o Alexis y Fido, y que el género se ha vuelto más melódico con el tiempo.
‘‘Pero ahora va a ser más difícil’’, advirtió. ‘‘Para uno poder impactar en el mercado estadounidense tiene que llegar a emisoras que están rotando tres o cuatro cortes (canciones) de ciertos artistas al día, que no es lo mismo que sonar 25’’, como habrían hecho antes.
Leo Tizol, promotor musical de ritmos tropicales en Puerto Rico y Nueva York desde hace 15 años, opinó que ‘‘hay muchachos buenísimos, pero tienen que evolucionar, hacer las cosas bien para que dure’’.
‘‘Estar de moda, cualquiera’’, dijo a la AP el productor de eventos especiales para las Estrellas de Fania, Eddie Palmieri y Tito Puente, entre otros artistas. ‘‘Lo importante es mantenerse...Y no es sólo ganar dinero, es que los niños lo vean como modelos’’.
En tanto, Bonnet señaló que en la capital del reggaetón la cantidad de exponentes sigue siendo ‘‘brutal’’, pero lo comparó con lo que sucede con los ritmos autóctonos de México y Argentina.
‘‘¿Cuántos cantantes de música ranchera uno conoce y sin embargo uno va a México y hay muchísimos? ¿Cuántos intérpretes de tango uno conoce y en Argentina se ven por todos lados?’’
Para Calderón, intérprete de éxitos como ‘‘Planté bandera’’ y ‘‘Llora, llora’’, el reggaetón podría estar en su mejor momento, pues como dijo a la AP hace unos meses, ‘‘ahora van a subsistir los artistas que no dependan del boom de un género, sino del talento de su bolígrafo’’.
‘‘Ahora se van a probar los niños de los hombres y eso me encanta, me gusta lo que está pasando con este género, porque tienes que ser bueno de verdad’’, declaró el también llamado ‘‘rapero con conciencia’’. ‘‘Ya pasó la época en que cualquiera puede hacer reggaetón’’. El aluvión se acabó, dejando sólo lo mejor. El boom del reggaetón terminó en el 2007, depurando la lista de exponentes a un puñado que se propone no sólo a mantenerlo vivo sino a hacerlo evolucionar con el tiempo.
‘‘El reggaetón no es que se haya muerto ni mucho menos’’, dijo a la AP Leila Cobo, directora ejecutiva de contenido latino de la revista Billboard. ‘‘Los artistas grandes siguen vendiendo, Daddy Yankee, Don Omar, Wisín & Yandel... Pero sin esa locura desenfrenada’’.
Y puede que en los últimos años el reggaetón haya alcanzado su cumbre atropelladamente en Estados Unidos, donde algunas emisoras de ritmos tropicales parecieron entusiasmarse demasiado, o quizás temer no estar en la onda al no transmitir suficiente de este ritmo.
Pero el boom sin duda sirvió para darle su puesto al género, que hoy se jacta de tener su propio rubro en los premios Grammy y Latin Grammy, y su descenso responde a múltiples factores, según distintos artistas y conocedores.
Para el astro de la salsa Gilberto Santa Rosa el fin de la locura posiblemente se debe a una ‘‘saturación’’.
‘‘De momento la gente lo tiene tan presente y cotidiano que es posible que la respuesta del público haya mermado un poco’’, dijo a la AP el Caballero de la Salsa en una entrevista reciente.
‘‘A mí no me gusta predecir ni desacreditar ni restarle importancia a las cosas. El movimiento del reggaetón ya lleva 20 años. Cuando empezó el rap y el hip hop en español la gente empezó a darle fecha, ’esto va a durar hasta cuando’... (Pero) evolucionó al reggaetón y hay que ver qué va a pasar’’.
Santa Rosa reconoció haber quedado ‘‘maravillado’’ por la rapidez con la que se produjeron los discos del género en los últimos años: ‘‘Mientras los salseros nos tardamos un año o dos en hacer un disco esta gente hacía dos discos por año y además aparecían los unos en los discos de los otros’’.
Tony Luna, director de programación de la emisora radial La Mega 97.9, con sede en Nueva York, advirtió que la música es cíclica y que, trabajando en la radio en Puerto Rico a mediados de los 90, tuvo la oportunidad de presenciar una desaceleración del reggaetón en su propia cuna que respondió en parte a su evolución.
‘‘El género en ese momento era diferente, era más ‘gangsta’’’, señaló Luna a la AP. ‘‘Hoy es más sexual y de pronto lo que está haciendo es una metamorfosis también. De pronto se está preparando para otra transformación’’.
Opinó que como ocurre en toda industria, en Estados Unidos vieron una oportunidad de negocio y se lanzaron. ‘‘Pero como dice El Gran Combo (de Puerto Rico), ’no hay cama pa’ tanta gente’’’.
Y Félix A. Bonnet, vicepresidente de programación de la SBS (Spanish Broadcasting System) en Puerto Rico, quien entre otras emisoras vela por Reggaetón 94 (única que transmite el género las 24 horas del día), está en parte de acuerdo.
‘‘El movimiento en Estados Unidos se quiso importar de forma atropellada y a destiempo’’, declaró a la AP desde San Juan, explicando que en su país ha trascendido a la música y se ha convertido en un estilo de vida de la juventud que ha crecido con él.
‘‘Pero en Estados Unidos no estaba arraigado el movimiento social y sin embargo lanzaron la música de forma atropellada porque muchos programadores, en la búsqueda de algo nuevo para atraer audiencia, entendieron que el movimiento se iba a repetir en Estados Unidos y quisieron ser los primeros, pero el público no estaba listo’’, se lamentó.
El reggaetonero Tego Calderón admite que parte de la culpa es de los propios exponentes.
‘‘Lo que sucede con el reggaetón es que los artistas, incluyéndome, no supieron bregar con su fama humildemente. Se pusieron muy jactanciosos y a la industria no le gustó eso... que de ser accesible pasó a ser inaccesible cobrando por un show 200 mil dólares’’, dijo a la AP a mediados de año.
‘‘El mercado no quiere. Prefieren tener a Luis Miguel o otra gente a que vengan ’estos tipos de la calle que no estudiaron música, que de algún modo idolatran lo negativo’, y nos quieren ver caer’’, añadió el apodado ‘‘Abayarde’’.
Sin embargo, aseveró que ‘‘no se está cayendo el reggaetón. Se está cayendo el mercado del disco’’. Y comparó la situación con los malos momentos de la salsa, cuando ‘‘El Gran Combo seguía tocando’’.
Mientras, su compatriota y colega Julio Voltio también opinó que ‘‘se saturó el mercado’’ y que ‘‘el público ya tiene sus favoritos’’.
‘‘Así como unos hacen una mala representación del reggaetón otros hacen una excelente y yo me considero que estoy en ese (último) grupo’’, dijo.
Bonnet afirmó que en Puerto Rico hay una nueva generación de exponentes que está trascendiendo, como Rakim y Ken-Y, o Alexis y Fido, y que el género se ha vuelto más melódico con el tiempo.
‘‘Pero ahora va a ser más difícil’’, advirtió. ‘‘Para uno poder impactar en el mercado estadounidense tiene que llegar a emisoras que están rotando tres o cuatro cortes (canciones) de ciertos artistas al día, que no es lo mismo que sonar 25’’, como habrían hecho antes.
Leo Tizol, promotor musical de ritmos tropicales en Puerto Rico y Nueva York desde hace 15 años, opinó que ‘‘hay muchachos buenísimos, pero tienen que evolucionar, hacer las cosas bien para que dure’’.
‘‘Estar de moda, cualquiera’’, dijo a la AP el productor de eventos especiales para las Estrellas de Fania, Eddie Palmieri y Tito Puente, entre otros artistas. ‘‘Lo importante es mantenerse...Y no es sólo ganar dinero, es que los niños lo vean como modelos’’.
En tanto, Bonnet señaló que en la capital del reggaetón la cantidad de exponentes sigue siendo ‘‘brutal’’, pero lo comparó con lo que sucede con los ritmos autóctonos de México y Argentina.
‘‘¿Cuántos cantantes de música ranchera uno conoce y sin embargo uno va a México y hay muchísimos? ¿Cuántos intérpretes de tango uno conoce y en Argentina se ven por todos lados?’’
Para Calderón, intérprete de éxitos como ‘‘Planté bandera’’ y ‘‘Llora, llora’’, el reggaetón podría estar en su mejor momento, pues como dijo a la AP hace unos meses, ‘‘ahora van a subsistir los artistas que no dependan del boom de un género, sino del talento de su bolígrafo’’.
‘‘Ahora se van a probar los niños de los hombres y eso me encanta, me gusta lo que está pasando con este género, porque tienes que ser bueno de verdad’’, declaró el también llamado ‘‘rapero con conciencia’’. ‘‘Ya pasó la época en que cualquiera puede hacer reggaetón’’. El aluvión se acabó, dejando sólo lo mejor. El boom del reggaetón terminó en el 2007, depurando la lista de exponentes a un puñado que se propone no sólo a mantenerlo vivo sino a hacerlo evolucionar con el tiempo.
‘‘El reggaetón no es que se haya muerto ni mucho menos’’, dijo a la AP Leila Cobo, directora ejecutiva de contenido latino de la revista Billboard. ‘‘Los artistas grandes siguen vendiendo, Daddy Yankee, Don Omar, Wisín & Yandel... Pero sin esa locura desenfrenada’’.
0 Dejar Comentario:
Publicar un comentario