El solista es padre de un varón, Austin Alejandro, de un año y dos meses de nacido.
“(Me impresionó) la fuerza que hacen las mujeres para dar vida, por eso es que hay que quererlas. De alguna manera u otra causan problemas, pero comoquiera hay que quererlas”, agregó desde su residencia en Carolina.
“Ahora me convencí más de que hay que querer a las mujeres, porque todo depende de ellas, y muchas optan por abortar, pero la mujer que puja, que tiene esa babilla, se merece respeto”, afirmó el artista de 22 años, que permanece “soltero”.
Austin Santos, su nombre verdadero, relató que, aunque “me dio cosa”, se mantuvo al lado de la madre, la joven Janexsy Figueroa, durante el parto, que fue natural, oportunidad que no tuvo con su primer hijo, por dos motivos: llegó tarde y fue cesárea.
“Eso es algo bien grande, sentí la vida, sentí por qué es que hay que apreciar la vida, porque para tener vida hay alguien que pasa mucho dolor”, reiteró.
Arcángel dice que la paternidad le ha ganado una guerra con su doble personalidad, pues una parte de él, Austin, se muestra más común, más tranquilo, aunque también le interesa saber cómo se comporta la cuenta de banco.
Y, a la otra parte, Arcángel, le “gusta mucho el party, yo amo el pariseo, me encanta la farándula, me encantan las fotos, pero desde que mis hijos nacieron, a mí me ha dejado de gustar”.
“Tengo una batalla entre dos personas súper grandes, porque a Austin no le gusta nada de eso, lo que le gusta es el dinero y saber que la cuenta de banco va bien, a Arcángel le gusta todo, le gustan los chavos, la farándula, el blin blin, no sale pa’ un lao si no tiene sus cadenas puestas, Austin no, Austin sale pelú, y ese Austin nació de nuevo en mí, el que yo era antes, el que no le importaba el qué dirán de las personas”, explicó, aunque es evidente que ni él está muy claro sobre lo que experimenta en su interior.
De su crianza, espera repetir en sus hijos la mejor enseñanza que le legó su madre, Carmen Santos: “No importa lo que la gente diga a tu alrededor, sigue tu corazón”.
“A veces yo caigo mal y es por la autoestima que mi mamá sembró en mí, cuando la gente ve la seguridad que tienes en ti mismo, le caes mal a la gente, no sé por qué. Y voy a hacer que mi hijo y mi hija tengan su autoestima por encima de toda persona a su alrededor, porque eso es lo que los va a llevar a ellos a ser alguien, la motivación”, puntualizó quien se dispone a grabar tres vídeos, “Pa’ que la pases bien”, “Historia de amor” y “La maravilla, el disco que nunca salió”.
El convertirse en padre de una niña, confesó, le causa mayor presión que el varón, porque “yo también estuve creciendo y en la escuela a las nenas se le hacen muchas maldades”.
También le ha hecho recapacitar y, aseguró, ya no es –tan– mujeriego. “Por ser picaflor mi vida tomó un giro distinto, lo cual no me arrepiento, porque mi hija es una bendición y pase lo que pase, es mi nena, pero ya no, porque sé las consecuencias de cuando eres así”.
Arcángel no descarta ser padre nuevamente, ya que es de los que piensa que “hay que darle vida al mundo”, pero “el tercero a lo mejor no viene de cantazo, sino de aquí a 10 años”. EL nacimiento de su segundo retoño, la niña Angélica Lucero, ha sido una sacudida en la vida del reguetonero Arcángel. No sólo le impresionó ser testigo del parto, sino que el proceso le sirvió para valorar aún más a la mujer.
“Me siento hasta más completo como ser humano, porque tuve la oportunidad de ver cómo empieza la vida de nosotros”, expresó todavía sorprendido por lo vivido el pasado 29 de diciembre, cuando nació su primera hija hembra. La bebé, que él describe como un ángel, por lo poco que llora, pesó cinco libras con siete onzas, y midió 19 pulgadas.
“(Me impresionó) la fuerza que hacen las mujeres para dar vida, por eso es que hay que quererlas. De alguna manera u otra causan problemas, pero comoquiera hay que quererlas”, agregó desde su residencia en Carolina.
“Ahora me convencí más de que hay que querer a las mujeres, porque todo depende de ellas, y muchas optan por abortar, pero la mujer que puja, que tiene esa babilla, se merece respeto”, afirmó el artista de 22 años, que permanece “soltero”.
Austin Santos, su nombre verdadero, relató que, aunque “me dio cosa”, se mantuvo al lado de la madre, la joven Janexsy Figueroa, durante el parto, que fue natural, oportunidad que no tuvo con su primer hijo, por dos motivos: llegó tarde y fue cesárea.
“Eso es algo bien grande, sentí la vida, sentí por qué es que hay que apreciar la vida, porque para tener vida hay alguien que pasa mucho dolor”, reiteró.
Arcángel dice que la paternidad le ha ganado una guerra con su doble personalidad, pues una parte de él, Austin, se muestra más común, más tranquilo, aunque también le interesa saber cómo se comporta la cuenta de banco.
Y, a la otra parte, Arcángel, le “gusta mucho el party, yo amo el pariseo, me encanta la farándula, me encantan las fotos, pero desde que mis hijos nacieron, a mí me ha dejado de gustar”.
“Tengo una batalla entre dos personas súper grandes, porque a Austin no le gusta nada de eso, lo que le gusta es el dinero y saber que la cuenta de banco va bien, a Arcángel le gusta todo, le gustan los chavos, la farándula, el blin blin, no sale pa’ un lao si no tiene sus cadenas puestas, Austin no, Austin sale pelú, y ese Austin nació de nuevo en mí, el que yo era antes, el que no le importaba el qué dirán de las personas”, explicó, aunque es evidente que ni él está muy claro sobre lo que experimenta en su interior.
De su crianza, espera repetir en sus hijos la mejor enseñanza que le legó su madre, Carmen Santos: “No importa lo que la gente diga a tu alrededor, sigue tu corazón”.
“A veces yo caigo mal y es por la autoestima que mi mamá sembró en mí, cuando la gente ve la seguridad que tienes en ti mismo, le caes mal a la gente, no sé por qué. Y voy a hacer que mi hijo y mi hija tengan su autoestima por encima de toda persona a su alrededor, porque eso es lo que los va a llevar a ellos a ser alguien, la motivación”, puntualizó quien se dispone a grabar tres vídeos, “Pa’ que la pases bien”, “Historia de amor” y “La maravilla, el disco que nunca salió”.
El convertirse en padre de una niña, confesó, le causa mayor presión que el varón, porque “yo también estuve creciendo y en la escuela a las nenas se le hacen muchas maldades”.
También le ha hecho recapacitar y, aseguró, ya no es –tan– mujeriego. “Por ser picaflor mi vida tomó un giro distinto, lo cual no me arrepiento, porque mi hija es una bendición y pase lo que pase, es mi nena, pero ya no, porque sé las consecuencias de cuando eres así”.
Arcángel no descarta ser padre nuevamente, ya que es de los que piensa que “hay que darle vida al mundo”, pero “el tercero a lo mejor no viene de cantazo, sino de aquí a 10 años”. EL nacimiento de su segundo retoño, la niña Angélica Lucero, ha sido una sacudida en la vida del reguetonero Arcángel. No sólo le impresionó ser testigo del parto, sino que el proceso le sirvió para valorar aún más a la mujer.
“Me siento hasta más completo como ser humano, porque tuve la oportunidad de ver cómo empieza la vida de nosotros”, expresó todavía sorprendido por lo vivido el pasado 29 de diciembre, cuando nació su primera hija hembra. La bebé, que él describe como un ángel, por lo poco que llora, pesó cinco libras con siete onzas, y midió 19 pulgadas.
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