Un encuentro deseado

“Fue impresionante poder apreciar cómo la música nos une a un país y a un tipo como éste, que movió una revolución... Siento que he llegado a un nivel en el que se me están cumpliendo los propósitos. Cuando le hablé de mi concierto, del documental, entendió que estamos en la misma frecuencia a nivel social. Le mandó saludos a mi papá, Reynaldo Pérez, que llegó a Nicaragua en 1980 con las brigadas de ayuda para el pueblo. Éste ha sido un momento importante en mi vida”, dijo René a El Nuevo Día al terminar la reunión.
La conversación fluyó con mucho humor. Ortega se interesó en los tatuajes de René y él le mostró con orgullo el de su madre y los nombres de sus seis hermanos “y este es mi papá”, dijo mostrando una calavera que lleva en uno de sus brazos, lo que ocasionó risas al presidente.
El presidente se interesó por conocer más de la música de Calle 13, que ha escuchado a través de sus hijos. También hablaron del documental que culminaría con el concierto presentado anoche en el estadio Dennis Martínez de Nicaragua y que será transmitido en septiembre en una cadena norteamericana.
Mientras René le hablaba sobre el proyecto y los pueblos indígenas que grabaron, el presidente lo observaba atento: “El propósito es que dondequiera que estén los latinoamericanos sientan ese orgullo nacional (...). Hay mucha gente con conflictos de identidad y este material les ayudará a conocerse mejor. Es un mensaje real”.
“Es bueno llegar a las raíces, mantener ese vínculo, la identidad, en Puerto Rico sobre todo”, respondió el presidente, dándole una palmada en el hombro.
El recuerdo de otro puertorriqueño vinculado a este país, Roberto Clemente, surgió de la plática.
“Viajando para Nicaragua perdió la vida, pero para nosotros sigue vivo, su recuerdo nunca muere. Nunca he visitado Puerto Rico, no me quieren dar la visa y me he quedado con los deseos de conocerlo, pero tengo muy buenos amigos allá. ¡Que viva Puerto Rico siempre!”, terminó Ortega.Managua - El de ayer fue otro sueño cumplido para René Pérez, el Residente de Calle 13, cuando conoció al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
El mandatario recibió al cantante en la casa presidencial junto a tres de sus hijos, en un encuentro que se dio con la informalidad de dos amigos que comparten ideas sobre la realidad social.
Durante la conversación de casi una hora, el artista se mostró emocionado y trataba con gran respeto al ex comandante del movimiento Sandinista, aunque sin dejar de usar el verbo callejero que estila. Ortega, que apenas conocía la profesión de su invitado, le concedió toda su atención mientras caminaban por el edifico.