El álbum presenta las colaboraciones de varios nombres del mundo pop en inglés, con figuras como Akon, Nicole Scherzinger de las Pussycat Dolls y will.i.am de los Black Eyed Peas.
De ellos, el remix de "Impacto" que presenta a Fergie no es para nada bueno. A pesar de llegar a la ubicación número uno en el cuadro latino de los Billboard, parece una canción improvisada de Daddy Yankee, aunada a un ritmo alto con letra repetitiva.
Otras colaboraciones ofrecen letras muy triviales. En "Papi Lover" y "Plane to PR", will.i.am canta sobre las "Hot Little Mamacitas".
Las canciones en las que Daddy Yankee (cuyo nombre original es Ramón Ayala) tiene la oportunidad de brillar son aquellas donde cambia a su estilo rápido para alcanzarun ritmo más innovador.
Estas son las canciones que no son hechas necesariamente para la radio. No son himnos, pero hablan de Dios, de la inmigración y de cómo su infancia en las calles de Puerto Rico moldearon su vida como estrella del reggaetón.
Desafortunadamente, estos momentos ocasionales de autenticidad no pueden salvar a El Cartel de ser un álbum desalentador.
Qué mala noticia, sobre todo en un momento en el que algunas personas planean los funerales del reggaetón. En los tres años desde que la "Gasolina" se introdujera al mundo del reggaetón, el género se ha visto saturado por el rápido estilo de imitaciones de Daddy Yankee.
Su nuevo álbum, El Cartel: The Big Boss, incluye más de 20 canciones, pero muchas de ellas suenan a continuaciones de la "Gasolina". Algunas son contagiantes y hasta buenas, pero muy pocas gozan de un sonido original.
Lamentablemente, hasta Daddy Yankee quiere imitar a Daddy Yankee.
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